¿Qué nombre le pondrías al siguiente exoplaneta?

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El pasado 14 de agosto la Unión Internacional de Astrónomos (IAU por sus siglas en inglés) sacó a la luz una propuesta para desarrollar un sistema mediante el cual otorgar nombres no técnicos a los exoplanetas descubiertos. Para el público en general es de agradecer que las nomenclaturas basadas en códigos sean apartadas poco a poco, sin embargo lo que hace especial esta propuesta es la posibilidad que cualquier persona tendrá para proponer nombres de futuros planetas. Esta noticia llega después de que en abril de este mismo año la IAU en un comunicado sostuviera precisamente la posición contraria, defendiendo la clasificación técnica por ser utilizada habitualmente entre científicos facilitando la catalogación. Así pues, nos habituamos a nombres tales como Kepler-16b (el planeta con dos ''soles'' apodado en la red como Tatooine), o GJ 1214b (un mundo potencialmente formado por agua).

El repentino cambio de opinión de la IAU viene en parte propiciado por la aparición de diversas plataformas en la red donde se invitaba al público a sugerir nombres para los exoplanetas descubiertos hasta la fecha, una de las más famosas es Uwingu. A través de esta web se creó un concurso público para nombrar el exoplaneta de tipo Tierra más cercano, que se encuentra a unos cuatro años luz de nosotros en el sistema Alpha Centauri B. Hasta aquí nada llamaría la atención por encima de otras propuestas si no fuera por el hecho de que esta plataforma exige una 'donación' para poder participar, ya sea proponiendo un nombre ($4.99) o votando por uno que ya ha sido propuesto ($0.99). Este dinero según Uwingu se utilizaría para financiar proyectos científicos y educativos centrados en el área de la astrofísica y la técnica aeroespacial. Hay que recordar que muchos de los científicos que participan Uwingu son miembros a su vez de la IAU, y reputados expertos en su campo cuyo único deseo era proporcionar al público la posibilidad de sugerir ideas para los recién descubiertos astros trabajando desde una plataforma crowdfunding.

Distancia en kilómetros a los sistemas estelares más cercanos. Aproximadamente 4.3 años luz.

Tras estos acontecimientos, la respuesta de la IAU no tardó en llegar, condenando las acciones llevadas a cabo por Uwingu y recordando a los participantes que ninguno de los nombre avalados por dicha empresa tiene validez ni podrá tenerla, sin importar lo pagado o el número de votos obtenido:

“Recently, an organisation has invited the public to purchase both nomination proposals for exoplanets, and rights to vote for the suggested names. In return, the purchaser receives a certificate commemorating the validity and credibility of the nomination. Such certificates are misleading, as these campaigns have no bearing on the official naming process — they will not lead to an officially-recognised exoplanet name, despite the price paid or the number of votes accrued” (IAU press release, April 2013).

El malentendido reside en que Uwingu en ningún momento se compromete a que los nombres ganadores de su concurso vayan a ser utilizados para bautizar exoplanetas, sino que serán parte de una base de datos de la cual cualquier astrofísico (o futuro descubridor) podrá servirse a la hora de sugerir nombres a la IAU. Sin embargo, la IAU fue un poco más allá en su deseo de deslegitimar a Uwingu, declarandose juez absoluto en tales decisiones y prohibiendo adoptar cualquier nombre que aparezca en las listas de dicha web:

To make this possible, the IAU acts as a single arbiter of the naming process, and is advised and supported by astronomers within different fields. As an international scientific organisation, it dissociates itself entirely from the commercial practice of selling names of planets, stars or or even “real estate” on other planets or moons. These practices will not be recognised by the IAU and their alternative naming schemes cannot be adopted.”

Aunque algunos astrónomos se han opuesto a la política  de 'donaciones' a cambio de nombres llevada a cabo por Uwingu, el sentimiento general de la comunidad es que la IAU no ha sabido manejar la situación correctamente y se ha extralimitado en sus declaraciones. Los astrofísicos defienden que una de las mayores prioridades de la comunidad es acercar la astronomía a la gente y hacerla conocedora de sus avances. Uwingu y otras plataformas ofrecen la posibilidad de implicar al público a través de los nombramientos de planetas, si bien sus propuestas no tendrán validez oficial (al menos en lo que respecta a la IAU), podrían ser recogidas por cualquier astrofísico profesional y utilizadas en un futuro a través de este medio.

Este malestar dentro de la comunidad científica ha forzado el cambio de opinión en el seno de la IAU, que para evitar una rectificación oficial en el caso Uwingu, ha implementado su propio sistema de sugerencia y elección de nombres creando una dirección de correo electrónico donde podéis mandar todas vuestras ideas:  iaupublic@iap.fr

Si bien los nombres podrán ser sugeridos por cualquier persona, se han aprobado una serie de reglas a la hora de diseñar tales nombres. Por ejemplo un planeta no puede tener el mismo nombre que otro objeto astronómico ya nombrado, ni por supuesto debe tener contenido ofensivo en su nombre en ningún idioma. Seguramente desde la organización temían problemas del tipo que nos muestra este cómic de XKCD. Asimismo, no se aceptarán nombres propuestos mediante algún tipo de transacción económica, lo que deja a Uwingu sin posibilidad de participar en esta iniciativa, aún cuando sus fondos son dedicados a financiar proyectos científicos.

Por último, el nombre propuesto debe ser aceptado por el descubridor del planeta en cuestión, algo que parece lógico dado el esfuerzo realizado en su descubrimiento. El problema viene cuando muchos de los exoplanetas actuales pertenecen a catálogos cuyos descubridores son un equipo de personas (o varios), como ocurre con la misión Kepler, o casos en los que científicos estudian las posibles características de un presunto planeta antes de que la comunidad científica acepte tal objeto con esa definición, aunque de hecho lo sea.

Características generales del exoplaneta Alpha Centauri Bb.

Incluso sin estos problemas, Xavier Dumusque, investigador principal en el descubrimiento del planeta Alpha Centauri Bb está teniendo dificultades para nombrar su propio trabajo. Dumusque apoyó la iniciativa de Uwingu y participó en el concurso siendo su deseo que la gente pudiera decidir el nombre que más le gustara con anterioridad a la nueva normativa de la IAU. Esto coloca a este planeta en una suerte de limbo burocrático en el cual la IAU no aceptará el nombre propuesto por Dumusque al provenir de Uwingu, aunque es deseo del público y del propio descubridor que así sea.

Si obviamos las discusiones políticas sobre nombres, que nada tienen que ver con el verdadero debate científico y con el hecho de acercar la ciencia a la sociedad, tan sólo nos queda una pregunta por hacer:

¿Qué nombre le pondrías tú al siguiente exoplaneta?